Los tiempos están cambiando.. y los espacios también.
Descansar en el trabajo. Vivimos inmersos en un proceso de transformación digital que ha provocado un replanteamiento global. Y es que estamos cambiando la forma en la que nos comunicamos y nos relacionamos. Un nuevo paradigma que obliga a replantear los espacios de trabajo para impulsar la inteligencia colectiva. Por eso necesitamos mejorar la cooperación y alimentar la creación de redes con las que compartir tareas, intereses y emociones. Atrás quedan los cubículos que nos aislaban totalmente. Del mismo modo abandonamos los espacios abiertos que obstaculizan del todo la privacidad o la concentración en el entorno laboral. Cada vez es más evidente que el entorno de trabajo influye a la hora de atraer, incorporar y retener el talento. Además, aporta imagen de innovación y contribuye a que los empleados se sientan mejor, sean más creativos y estén más motivados. Así, las tendencias actuales tienden a espacios horizontales menos jerarquizados, más abiertos, que combinen áreas para la concentración y para el trabajo colaborativo. Y por supuesto, hay que generar zonas que fomenten la interacción social y el intercambio de ideas.
Descansar en el trabajo
El entorno en el que desempeñamos nuestro trabajo y sus condiciones, son claves. De hecho, la mejora de algo tan simple aparentemente como pueda ser la iluminación puede incrementar la productividad hasta un 20%, según algunos estudios. Igualmente, las mejoras en el espacio de trabajo revierten directamente en la productividad de la empresa. La iluminación, el ambiente térmico, la ergonomía y la calidad del aire, incluso la organización de las tareas que pueden mejorar el rendimiento en hasta un 30%. Así se desprende de los estudios sobre rendimiento y espacios de trabajo que maneja el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV). Además, favorecer las relaciones entre cualquier departamento puede incrementar hasta el 80% de las interacciones más valiosas entre compañeros. Encuentros informales en los que se incluyen los que se realizan frente a la máquina de café. De ahí la importancia de que existan espacios que lo provoquen. Y es que demandamos cada vez más espacios versátiles y flexibles: abiertos o cerrados, oscuros o luminosos, diáfanos o compartimentados. Los espacios actuales apuestan por la creatividad y la innovación. Pero también por convertirse en un lugar acogedor que influya positivamente sobre el bienestar de las personas.